Cuando comencé a adelgazar voluntariamente, pesaba 70 kilos.
Pero sé que llegué a pesar más antes de eso.
Yo diría que mi peso máximo fueron 75. Desde que empecé con la dieta el año pasado, lo más bajo que he visto el número de la báscula ha sido 60.
Durante estos días, la verdad, he estado comiendo. Sintiendome culpable, sí. Pero por alguna razón, aunque no quería comer, no tenía motivación para seguir con la dieta. Me sentía decaida por muchos otros temas. Y eso me hacía comer sin ni siquiera pensar en nada.
Pero eso es otra historia, ahora todo está mejor en mi corazón.
Le he estado dando vueltas a todo un poco. Y en el tema de la motivación, he llegado a la conclusión de que, al haber bajado estos 10 o 15 kg (depende de donde empiece a contar), me he relajado.
Cada vez que veo que sigo atascada en 61 - 62, me motivo a mi misma pensando "bueno, pero has bajado 10 kilos ya, está muy bien, tú podrás bajar más, sigue intentándolo". Eso en teoría está bien para animarme, pero consigue el efecto no deseado de que me relajo.
Así que voy a ponerlo todo como si mi peso inicial fuese el de ahora (bueno, el de mañana por la mañana).
Así, la motivación será mayor, en el sentido de que será un nuevo punto de partida. Ya dejé atrás esos 10-15 kg que no volveré a recuperar, pero no puedo quedarme eternamente regodeandome por ellos.
También voy a empezar un nuevo reto en cuanto a adelgazar, pero eso lo contaré en otra entrada. Un beso chicas <3
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